Por estadística, los traumatismos son la causa principal de esta visita. Un golpe, una caída o un accidente son circunstancias que afectan, directamente, a las piezas dentales y que necesitan un tratamiento urgente. Por otro lado, es posible encontrar casos de un aumento de las piezas dentales, de ausencia de los dientes definitivos, de tamaño irregular y de alteraciones en el esmalte dental provocado por el consumo de antibióticos.
Si bien su objetivo es la revisión periódica de la dentadura para comprobar que está creciendo correctamente alineada y sin problemas, hay una serie de tratamientos que también son habituales:
– Endodoncias para evitar el cierre del ápice.
– La eliminación de la encía que evita el crecimiento natural de una pieza dental (pulpotomía).
· El recubrimiento. Puede hacerse de manera indirecta, para evitar la sensación de dolor nocturno, o de forma directa (se lleva a cabo en dientes que no sean temporales para su correcta protección).
– La pulpectomía. Consiste en la extirpación de la pulpa dental de la corona de la pieza dental.
Aconsejamos que la primera visita se lleve a cabo en torno al primer año de vida del bebé. Es importante mencionar que el consumo de papillas de frutas, el uso del biberón y la complicación de mantener la higiene dental de los pequeños a tan temprana edad pueden alterar su salud dental. Pensar que los dientes de leche van a caerse, evitando así el problema, no es una opción.
Resulta más recomendable visitar una clínica especializada para revisar la dentadura del bebé y para que, de darse el caso, emprender las acciones necesarias para asegurar de forma eficaz el correcto crecimiento de los dientes.
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